Como todo clásico, el café está rodeado de mitos y malentendidos. Algunos mitos han existido durante años y pueden influir en cómo las personas perciben y consumen el café. Hoy vamos a desmitificar ocho de los mitos más comunes y, al final, te contaremos cómo el café de especialidad puede ser una opción excelente para disfrutar de un sabor y calidad superiores.
Mito 1: «El café causa deshidratación»
Esta afirmación no es del todo cierta. Aunque el café tiene un efecto diurético leve, estudios han demostrado que el consumo moderado de café no causa deshidratación significativa. Al contrario, el café contiene un alto porcentaje de agua, lo cual ayuda a hidratarse. Si bien es bueno consumir agua adicional, no es necesario preocuparse por una deshidratación grave debido al café.
Mito 2: «El café es malo para el corazón»
¡Falso! Numerosos estudios sugieren que el consumo moderado de café (3 a 5 tazas al día) no solo no afecta negativamente el corazón, sino que incluso puede reducir el riesgo de enfermedades cardíacas. Los antioxidantes y compuestos presentes en el café tienen efectos antiinflamatorios y ayudan a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, es importante moderar el consumo y evitar el exceso de azúcar o cremas en cada taza.
Mito 3: «El café interfiere con el sueño, incluso si lo bebes por la mañana»
Ni verdad, ni mentira: depende. La cafeína puede permanecer en el cuerpo durante varias horas, pero su efecto en el sueño depende de factores individuales como la tolerancia y la genética. La mayoría de las personas pueden consumir café por la mañana sin afectar su sueño nocturno, aunque para quienes son sensibles, es mejor evitar la cafeína después del mediodía. La clave es escuchar a tu propio cuerpo y ajustar el consumo según tus necesidades.
Mito 4: «El café es adictivo como las drogas»
¡Falso! El café puede causar dependencia leve, pero no es comparable a una adicción a drogas como la nicotina o el alcohol. La cafeína puede provocar síntomas leves de abstinencia (como dolor de cabeza o irritabilidad) si se interrumpe de repente, pero estos síntomas suelen ser leves y temporales. Consumido de manera responsable, el café no presenta un riesgo grave de adicción.
Mito 5: «El café en ayunas es malo para el estómago»
Parcialmente cierto. Para algunas personas, el café en ayunas puede aumentar la acidez estomacal y causar molestias. Esto es especialmente común en quienes ya tienen problemas digestivos. Sin embargo, no todos experimentan este efecto, y muchas personas pueden consumir café en ayunas sin problemas de acidez. Si el café en ayunas te causa malestar, prueba tomarlo después de una comida o acompañarlo con un snack.
Mito 6: «El café ayuda a quemar grasa y perder peso»
En parte es cierto. La cafeína puede acelerar el metabolismo temporalmente, pero no es una solución milagrosa para perder peso. Si bien puede ser un pequeño aliado en un plan de pérdida de peso, no sustituye una alimentación equilibrada ni ejercicio regular. Además, los efectos de la cafeína disminuyen con el tiempo debido a la tolerancia que desarrolla el cuerpo.
Mito 7: «El café de tueste oscuro es más fuerte que el de tueste claro»
Falso. El sabor intenso del tueste oscuro puede hacer pensar que tiene más cafeína, pero no es necesariamente cierto. En realidad, los granos de tueste claro pueden contener ligeramente más cafeína, ya que la cafeína se degrada en el proceso de tueste. La diferencia es mínima, por lo que ambos tipos de tueste ofrecen un nivel similar de cafeína; la elección depende del gusto personal y el perfil de sabor deseado.
Mito 8: «El café es malo para los huesos»
Falso. El café no tiene un efecto significativo en la densidad ósea para la mayoría de las personas. Consumido en cantidades moderadas, el café no afecta negativamente la salud ósea. De hecho, algunos estudios han demostrado que el consumo de café puede mejorar la densidad ósea en personas mayores. Como siempre, se recomienda la moderación.
Atento, porque no todos los cafés son iguales para tu salud
Ahora que hemos aclarado algunos de los mitos más comunes, es importante señalar que no todos los cafés son iguales. El café de especialidad, cultivado en condiciones óptimas y procesado cuidadosamente, no solo ofrece un sabor excepcional, sino que también garantiza un nivel de calidad superior.
Al optar por café de especialidad, estarás consumiendo un producto que no solo se disfruta por su sabor, sino también por sus beneficios para la salud, ya que se elabora sin químicos ni aditivos; al mismo tiempo que apoyas prácticas sostenibles.
