Todo el que ha ahondado un poco en el mundo del café, sabe los matices que puede encontrar en él y las sensaciones gustativas y olfativas que pueden desencadenarse en una sola taza. Pero, cuando vas a una cafetería o un restaurante, ¿cómo puedes saber si el café que estás bebiendo es de alta calidad? ¿Cuáles son las principales características que nos permitan distinguir si se trata de un café de calidad superior o un café normativo? En este post vamos ver los puntos claves para que no te metan gato por liebre o en nuestra jerga, robusta por arábica.
6 Pasos para hacer una cata de café rápida
¿Sabías que el café de especialidad debe pasar un exigente proceso de cata para conseguir el sello de «especialidad»? Con esto, no pretendemos convertirte en un experto catador solo con un post, pero sí, que seas capaz de distinguir un café de calidad de otro… normalito.
1. Pregunta por el origen del café
El origen del café es uno de los factores más importantes que determinan su calidad. Los cafés de origen único, que provienen de una región específica, tienden a ser de mejor calidad que las mezclas. Esto se debe a que cada región tiene condiciones climáticas, altitudes y métodos de cultivo únicos que influyen en el perfil de sabor del café.
Algunas de las zonas con mejor reputación cafetera son Etiopía, Colombia y Honduras, entre otras que se encuentran ubicadas en el famoso cinturón del café. Cada una de estas regiones, dan lugar a cafés con diferentes sabores, por ejemplo, los etíopes suelen tener notas florales y afrutadas, mientras que los cafés colombianos son conocidos por su equilibrio y acidez.
2. Método de cultivo y procesamiento
La calidad del café también se puede ver afectada por cómo se cultiva y se procesa el grano. Los cafés cultivados en altitudes más altas maduran más lentamente, lo que permite desarrollar sabores más complejos. Además, los métodos de procesamiento, como el lavado (wet process) o el secado natural (dry process), también afectan el sabor final.
Además, los granos de café que son certificados como orgánicos y de comercio justo no solo son buenos para el medio ambiente sino que también pueden dar lugar a un grano de mayor calidad. El café orgánico se cultiva sin pesticidas ni químicos, produciéndose con un sabor más limpio y puro.
3. ¿Cómo debe ser el aspecto de un grano de café de calidad?
Los granos son el elemento primordial. Estos deben ser uniformes en cuanto a tamaño y color, sin defectos que salten a la vista, como pueden ser manchas negras que puedan ser signos de que no haya recibido el grano un procesamiento adecuado o de calidad.
Otros factores a tener en cuenta, es buscar una fecha de tostado reciente, ya que el grano tendrá mayor frescura y por lo tanto mejor será su sabor. Hablando de plazos, quizás el más idóneo sería alrededor de las dos hasta cuatro semanas desde su tostado hasta su consumo.
4. Aroma y Sabor
El aroma y el sabor del café son la mejor manera de calificar la calidad del café. Por un lado, el aroma puede tener una gran diversidad de notas como por ejemplo, florales, afrutadas, especiadas o incluso de frutos secos. Un consejo, si quieres sumergirte bien en el aroma, tienes que oler los granos enteros antes de prepararlos o molerlos. Si es de calidad, tendrán un ahora intenso y agradable, mientras que si es débil, el café será o viejo o estará mal almacenado.
En cuanto al sabor, quizás el factor más importante a tener en cuenta en nuestra temática, el café de calidad debe ser equilibrado, con una combinación armónica de acidez, dulzura y cuerpo.
– **Acidez**: la acidez en el café no se refiere al pH, sino a la brillantez del sabor. Un café de calidad tendrá una acidez viva que le da frescura al sabor. Sin embargo, la acidez no debe ser abrumadora.
– **Cuerpo**: el cuerpo del café se refiere a la sensación de peso o densidad en la boca. Un buen café tendrá un cuerpo pleno y rico, sin ser demasiado ligero o pesado.
– **Dulzura y Amargor**: un café bien equilibrado tendrá una dulzura natural que complementa el amargor inherente del café tostado. El amargor no debe ser dominante ni desagradable.
5. El tostado, el momento cumbre de la elaboración del café
El tostado puede ser claro, medio u oscuro: un tostado claro preserva más de los sabores originales del grano, mientras que un tostado oscuro puede añadir notas más robustas y ahumadas. Sin embargo, un tostado demasiado oscuro puede hacer perder calidad al grano, perdiendo aroma y sabor.
6. La forma de preparación.
Aquí podemos hablar de la forma en la que debe molerse así el grano tras el tueste y del agua utilizada en su elaboración:
Para un molido correcto, es importante tener en cuenta con que máquina lo vas a elaborar, por ejemplo, un molido grueso si se usa una prensa francesa mientras que un molido fino para una espresso.
En cuanto la calidad del agua, lo mejor es usar agua filtrada y a una temperatura alrededor de 90-96°C para asegurar una extracción óptima del café.
Todos estos son los principales criterios a tener en cuanta para determinar si un café es de calidad. ¿Y tú ya estás preparado para realizar tu primera cata de café a conciencia? ¡Prueba y nos cuentas!