El café comienza como una cereza. Dentro de esta fruta hay una semilla, que conocemos como grano de café. Pero para que este grano desarrolle sus características, y termine siendo el café que conocemos, el que tomamos todos los días en nuestra taza, se necesita eliminar la pulpa, el mucílago y el pergamino, dejando listo el grano verde. El modo en que se realiza este proceso afecta no solo a la integridad del grano, sino también a cómo expresa sus sabores. Un mal manejo puede derivar en cafés defectuosos o apagados; mientras que un procesamiento cuidadoso resalta notas brillantes, dulces y complejas. En este post te contamos «cómo se hace el café»
Los principales procesos de elaboración del café
1. Proceso lavado o húmedo
Este método es uno de los más usados en café de especialidad, especialmente en América Latina (Colombia, Guatemala, Costa Rica y otros países).
¿Cómo funciona?
- La cereza se despulpa mecánicamente para retirar la capa exterior.
- El grano, aún cubierto de mucílago, se fermenta en tanques de agua entre 12 y 48 horas.
- Finalmente, se lava el grano y se seca al sol o mediante maquinaria.
¿Cómo influye en el sabor?
- Perfila cafés limpios, brillantes y vibrantes.
- Destaca la acidez cítrica o frutal y es ideal para apreciar notas delicadas.
¿A quién va dirigido el café lavado?
Perfecto para quienes disfrutan de cafés con una acidez marcada y ligeros.
2. Proceso natural o seco
Popular en regiones de África (Etiopía, Yemen) y algunas zonas de Brasil, este método no requiere agua y ha ganado popularidad recientemente en cafés de especialidad.
¿Cómo funciona?
- Las cerezas completas se extienden al sol en patios o camas africanas.
- A medida que se secan (entre 10 y 20 días), los azúcares de la fruta se absorben en el grano.
- Una vez secas, las capas exteriores se retiran mecánicamente.
¿Cómo influye en el sabor?
- Produce perfiles dulces, con sabores frutales intensos y un cuerpo denso.
- Pueden resaltar notas de frutos rojos, tropicales o incluso licorosas.
¿Quién debería elegir un café seco?
Ideal para quienes prefieren cafés intensos y complejos, con un cuerpo notable.
3. Proceso honey o mielado
Combinación de los métodos lavado y natural, este proceso es común en países como Costa Rica y El Salvador.
¿Cómo funciona?
- Después de despulpar, se deja una capa parcial de mucílago en el grano.
- Los granos se secan al sol, donde desarrollan su dulzura característica.
- Dependiendo de la cantidad de mucílago que queda, se clasifica en blanco, amarillo, rojo o negro, siendo este último el más dulce e intenso.
¿Cómo influye en el sabor?
- Ofrece una dulzura similar al proceso natural, pero con mayor claridad en el perfil de sabores.
- Combinaciones interesantes de dulzura, acidez moderada y cuerpo medio.
¿A qué tipo de amantes del café recomendamos el café resultante del proceso honey o mielado?
Para aquellos que buscan cafés con un equilibrio entre dulzura y una acidez agradable.
¿Cuál es el proceso más usado en el café de especialidad?
Por regiones
- América Latina: El proceso lavado es predominante debido a la disponibilidad de agua y la necesidad de cafés limpios y brillantes, ideales para el mercado de especialidad.
- África: El proceso natural domina en países como Etiopía, dado su clima seco y soleado, que permite secar las cerezas de manera eficiente.
- Brasil: Mezcla procesos naturales y honey debido a la gran escala de producción y las condiciones climáticas.
¿Qué proceso elegir según tus preferencias?
- Dulce y afrutado: Escoge cafés de proceso natural.
- Intenso y equilibrado: Los cafés honey ofrecen un perfil interesante.
- Vibrante y limpio: El proceso lavado es la mejor opción.
En conclusión, el proceso de elaboración del café es un arte que transforma los sabores y aromas que encontramos en una taza. Cada método aporta algo único, lo que hace que elegir sea cuestión de preferencia personal. Si eres un amante del café, y quieres explorar cafés con diferentes procesos date un capricho y regálate uno de nuestros packs de café especialidad. ¡No podrás quedarte solo con uno!