¿Qué tiene de especial el café proveniente de las regiones de Guji y Hambela?

Cuando hablamos de café de alta calidad, las regiones de Guji y Hambela en Etiopía ocupan un lugar destacado entre los conocedores de esta bebida. Ambos territorios, ubicados en el sur del país, ofrecen un entorno excepcional para el cultivo de café, con características geográficas, climáticas y agrícolas únicas que les permiten producir granos con perfiles de sabor inigualables. A continuación, te contamos qué hace tan especial al café de estas dos regiones.

Así es la famosa región con tradición cafetera de Guji: atitudes elevadas y suelos fértiles

Guji, situada en la zona de Oromía, es conocida por su geografía montañosa con altitudes que oscilan entre los 1,800 y los 2,200 metros sobre el nivel del mar. Este factor es clave para el cultivo de un café de calidad, ya que la altura permite que los granos se desarrollen más lentamente, resultando en un café con mayor densidad y complejidad de sabores.

Dentro del café de Etiopía, este es uno de los mejores que puedes encontrar en el mercado.

El clima en Guji es subtropical, con estaciones bien definidas que incluyen una temporada de lluvias moderadas y una estación seca, ideal para el cultivo de café arábica. Las temperaturas son relativamente suaves, con una media que ronda los 20°C, lo que crea las condiciones óptimas para la maduración del fruto. Además, el suelo volcánico, rico en minerales, aporta los nutrientes esenciales que enriquecen las notas sensoriales del café.

El tipo de cultivo en Guji sigue métodos tradicionales, en su mayoría orgánicos, sin el uso de químicos agresivos. Las plantas de café crecen bajo sombra, en un entorno biodiverso donde los cafetos conviven con otros árboles, favoreciendo un ecosistema natural que no solo protege el suelo, sino que también aporta matices complejos al perfil de la taza.

La recolección en Guji es completamente manual y selectiva. Los agricultores, conocedores de los secretos de su tierra, eligen a mano solo los frutos maduros, asegurando que el café que llega a nuestras tazas sea de la más alta calidad. Este enfoque artesanal permite un mayor control en la cosecha, evitando mezclar frutos en diferentes grados de madurez que podrían afectar negativamente el sabor.

Descubre la región de Hambela: altura y prácticas tradicionales en el cultivo y recolección del café

Hambela es otra de las regiones clave en la producción de café etíope. Con altitudes que superan los 2,000 metros, Hambela goza de un clima perfecto para el cultivo de café de especialidad. Las temperaturas moderadas, combinadas con la presencia de lluvias constantes durante la temporada de crecimiento, generan un entorno ideal para que los cafetos florezcan y den frutos excepcionales.

Al igual que en Guji, los suelos de Hambela son de origen volcánico, lo que enriquece el desarrollo de los cafetos con minerales esenciales. Estos suelos bien drenados también evitan que el exceso de agua afecte negativamente las raíces de las plantas, manteniendo su salud y productividad a largo plazo.

El método de cultivo en Hambela es similar al de Guji, basado en la tradición y la sostenibilidad. Los pequeños agricultores de la región continúan utilizando técnicas ancestrales para el manejo de los cafetos, evitando el uso de pesticidas químicos y optando por soluciones más ecológicas, como el compost natural. Esto no solo asegura la calidad del café, sino que también protege el medio ambiente y mantiene el equilibrio natural del ecosistema local.

La recolección en Hambela también es manual y selectiva. Los recolectores se enfocan en seleccionar únicamente los granos en su punto óptimo de maduración, lo que garantiza un producto final de altísima calidad. Este proceso es esencial para asegurar que cada lote de café conserve su perfil distintivo, con sabores afrutados, florales y a menudo especiados que caracterizan al café de esta región.

Los orocesos sostenibles y la calidad del grano son prioridad en la producción de café de Guji y Hambela

Tanto en Guji como en Hambela, el cultivo de café sigue un enfoque sostenible. La mayoría de los agricultores trabajan en pequeñas parcelas de tierra y se esmeran por mantener una relación armónica con el entorno natural. La biodiversidad en las plantaciones es clave para evitar el desgaste de los suelos, y las prácticas como el compostaje orgánico ayudan a mejorar la fertilidad sin dañar el ecosistema.

El secado del café es un paso fundamental que se realiza de manera tradicional en ambas regiones. Después de ser recolectados, los granos se extienden en camas elevadas, conocidas como “camas africanas”, donde se secan al sol de manera lenta y controlada. Este proceso de secado, que puede durar entre 10 y 15 días, permite que los granos pierdan la humedad de forma uniforme, preservando todos los matices aromáticos y gustativos.

El resultado es un café de alta calidad con características excepcionales: en Guji, los cafés destacan por su brillante acidez, cuerpo ligero y notas cítricas y florales, mientras que en Hambela los cafés tienden a ser más complejos, con perfiles afrutados y un toque de especias que los hace inconfundibles.

Al elegir una taza de café de especialidad proveniente de Guji o Hambela, no solo estás degustando una bebida, sino también conectándo con una tradición centenaria y sostenible que ha perfeccionado el arte de cultivar uno de los mejores cafés del mundo.

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