¿Alguna vez te has preguntado por qué algunos cafés te transportan a un paraíso de sabores mientras que otros, simplemente, te despiertan? En el mundo del café, no todos los granos son iguales, y eso tiene que ver con una diferencia clave: el café de especialidad y el café de consumo. Si has llegado hasta aquí es porque a ti, como a nosotros, nos apasiona todo lo relacionado con el café y su cultura, y queremos compartir contigo lo que lo hace tan especial. Desde el cultivo hasta la taza, cada paso en el proceso está lleno de detalles que marcan la diferencia entre el café de especialidad el café de consumo.
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Antes de nada: ¿a qué llamamos café especialidad?
El café de especialidad es un café de alta calidad, evaluado por la SCA con más de 80 puntos sobre 100. Se cultiva en condiciones ideales, tanto a nivel de sostenibilidad como de calidad de los resultados del producto; y se procesa con sumo cuidado para resaltar sus sabores únicos, de hecho, el tostado es clave para determinar si un café es de especialidad o no. El objetivo es que cada taza ofrezca una experiencia sensorial excepcional y un perfil de sabor distintivo.
Por otro lado, es importante que sepas que el café de especialidad es de variedad Arábica distinguido por sus excelentes aromas y sabores. El café comercial es de variedad Robusta, caracterizado por ser amargo, con un sabor seco y el doble de cafeína.
Si te interesa el tema y quieres profundizar en él, puedes leer otro de nuestros post sobre lo que es el café de especialidad.
Entonces, ¿Qué es el café de consumo?
El café de consumo, también conocido como café comercial, es el tipo de café que comúnmente encontramos en supermercados y tiendas dealimentación. Este café proviene de una mezcla de granos de diferentes orígenes y suele priorizar la cantidad sobre la calidad, lo que puede resultar en un sabor más uniforme pero menos complejo.
Dentro de esta categoría, hay diferentes niveles de calidad, que van desde los cafés más económicos hasta los de gama media. Los granos de café de consumo suelen ser tostados a un nivel oscuro, lo que disimula las imperfecciones y produce un sabor más amargo y ahumado. Aunque este café es accesible a todo el mundo, carece de la trazabilidad y la riqueza de matices que caracteriza al café de especialidad.
Aprende a detectar las principales características que diferencian al café de especialidad del café de consumo
Ambos cafés se pueden diferencias desde su origen hasta su sabor y aroma. A continuación, te damos algunos puntos claves para que sepas quién es quién.
Café de especialidad | Café de consumo |
Granos seleccionados, sin defectos, evaluados con más de 80 puntos sobre 100. | Mezcla de granos de diferentes calidades, incluyendo algunos con defectos. |
Origen del café completamente trazable, con información detallada sobre la finca, el productor, y las condiciones de cultivo. | Origen mezclado y no específico, sin información detallada sobre el proceso. |
Cultivado en condiciones óptimas, con cosecha selectiva a mano para asegurar la madurez ideal de los granos. | Cultivo masivo, con cosecha mecánica que puede incluir granos inmaduros o sobre maduros. |
Tostado más ligero y cuidadoso para resaltar las características únicas de sabor y aroma de cada grano. | Tostado más oscuro para uniformizar el sabor y enmascarar posibles defectos. |
Sabor complejo, con matices y notas que reflejan el origen y el proceso de cultivo. | Sabor uniforme, frecuentemente amargo, con menos complejidad |
Se encuentra en cafeterías especializadas, tiendas gourmet, y directamente de tostadores artesanales. | Disponible en supermercados, tiendas de conveniencia y grandes cadenas. |
Generalmente más caro debido a su calidad superior y proceso detallado. | Más económico, accesible a un público masivo |
Y por último, el momento más dulce: el momento de la cata de café
La cata es el momento más esperado tras todo el proceso de elaboración. Es aquí donde todo el esfuerzo y dedicación que se pone en cada grano de café se revela en su máxima expresión. La cata es una experiencia sensorial completa que permite descubrir las complejidades y matices únicos de cada origen, desde notas frutales y florales hasta toques de chocolate y nuez. No hay mejor forma de apreciar el arte que hay detrás de cada taza que experimentarlo por ti mismo.
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